Para informar cuanto se ha contaminado y cuando bioxido de carbono se ha soltado para que puedas comerte una rica manzana, James Reynold propone etiquetar las frutas y verduras como maleta de avión, informando cuantas millas ha recorrido cada producto. Mejor vamos al tianguis o mercado y comemos frutas manoceadas pero de la mano de nuestros campesinos.
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